X

Ti West vuelve al cine de terror con una slasher-movie con aire setentero; sin embargo, el tratamiento de los personajes y el desarrollo de la historia tiene una sensibilidad muy actual. La película cuenta con un reparto inspiradísimo y entregado que logra que el conjunto funcione.

Ti West es un director especializado en cine de terror que cuenta en su haber películas tan estimables como The Innkeepers (2011), una incursión en el cine de fantasmas; The Sacrament (2013), una escalofriante recreación del final de una secta libremente basado en hechos reales o In a Valley of Violence (2016), una violenta historia de venganza en clave de western. En los últimos años se ha dedicado mucho a la televisión, participando en series como Tales from the Loop o Them. Su último trabajo para el cine es X, una actualización refrescante del terror exploitation de la década de 1970 con un reparto excelente.

La premisa de X es muy simple: a finales de la década de 1970 un grupo de personas alquila una vieja granja en Texas para pasar un fin de semana allí y aprovechar la localización para rodar una película pornográfica. El grupo está compuesto por el productor, Wayne (Martin Henderson), un tipo que quiere intentar meterse en el negocio del cine para adultos; Maxine (Mia Goth), su ambiciosa novia y futura estrella; Bobby-Lynne (Brittany Snow), una stripper que las ha visto de todos los colores; Jackson (Kid Kudi), un veterano de Vietnam que ahora se dedica al porno; RJ (Owen Campbell), el guionista, director y cámara, que piensa que es posible hacer una buena película X, y su novia Lorraine (Jenna Ortega), que le ayuda con el sonido pero a priori parece desaprobar toda la idea. La granja, situada en una zona algo remota, está compuesta por una casa de dos pisos habitada por Howard (Stephen Ure) y Pearl (Mia Goth muy caracterizada), un matrimonio ancianísimo, y una casa anexa muy cercana que es donde se instala el grupo. Howard no parece entusiasmado cuando llegan; esperaba a menos gente, y desde luego no sabe el propósito de su estancia. Pearl es muy elusiva, casi no sale de la casa, pero cuando conoce a Maxine se siente extrañamente fascinada por ella.

X es ante todo una película de terror, una slasher-movie que busca la estética y el tono del cine de este tipo realizado en las décadas de 1970 y 1980 tipo La Masacre de Texas, su más obvio referente. A la vez que nos ofrece abiertamente estos referentes, Ti West, que también se encarga del guion, actualiza la propuesta con una sensibilidad moderna. X arranca con la reconstrucción de la escena de múltiples crímenes, un anticipo de lo que vamos a ver. Tras este inicio, la historia retrocede en el tiempo para mostrarnos cómo se ha llegado allí. Pero antes de llegar a los momentos violentos la película destina mucho tiempo a presentarnos a los personajes y sus dinámicas. Gracias a ese esfuerzo y a un reparto muy inspirado, la película tiene muy buenos momentos en los que nos presenta a un grupo de personas variopinto que escapa al cliché con el que nos son inicialmente presentados. Wayne es un explotador; quiere gastar lo mínimo para grabar la película y llevarse todo el dinero posible diciéndole a todo el mundo lo que quiere oír, pero también es abierto de mente y tolerante. Maxime, interpretada por una carismática Mia Goth, es una chica que busca la fama para poder dictar los términos de su propia vida. Bobby-Lynne y Jackson no se engañan con respecto al proyecto, pero intentan sacar lo mejor de las situaciones a medida que se presentan. Es su filosofía de intentar aprovechar al máximo su juventud para después no tener que lamentar nada la que cambia el punto de vista de Lorraine respecto a todo el proyecto y la acaba enfrentando a RJ, más abierto de miras en teoría que en la práctica. West y las muy buenas interpretaciones de los actores logran crear escenas con mucha química, incluso conmover con un momento en que Bobby-Lynne canta Landslide de Stevie Nicks.

Toda esta preparación sirve para que cuando empiecen a llegar las muertes, sangrientas y violentas, al espectador le importe la suerte de las víctimas. West las rueda con efectividad; hace gala de imaginación malsana, sentido del humor negrísimo buen aprovechamiento de los escenarios que nos ha presentado en la primera parte de la película.

X me ha gustado mucho. No es una película pretenciosa, abraza el exploitation pero le aporta y lo moderniza. Aparte de la violencia y el body-count, la película respeta a sus personajes, especialmente a los femeninos, que tradicionalmente suelen ser arquetipos machistas. A través de ellos celebra la vida y el sexo como vehículo de disfrute entre adultos, sin culpabilidades impuestas desde fuera. En la casa de los ancianos siempre hay puesto un canal donde un telepredicador promete el infierno a los que no siguen la moral que quiere imponer que representa perfectamente esa fobia conservadora -que secretamente puede tener una componente de envidia- a los que no se comportan como ellos esperan. La película retrata en parte esa envidia en la relación de los ancianos con los jóvenes, aunque esa parte me pareció menos desarrollada que el resto.

X es divertida, interesante y está muy bien producida. A riesgo de realizar spoiler: hay que quedarse en la escena post-créditos, ya que promete un trailer de Pearl, una precuela de la película donde la protagonista será la anciana de la pareja en su juventud en esa misma granja. Al parecer la secuela se rodó en paralelo a X y se podría estrenar este mismo año. No me la voy a perder.

(c) 2022 Jordi Flotats