TIEMPO

M Night Shyamalan vuelve tras sus dos últimos éxitos relativos, Glass y Múltiple, que le permitieron recuperar su credibilidad en la industria, con una película que tiene una premisa interesante y un reparto excelente pero que no siempre aprovecha los temas que plantea.

M. Night Shyamalan es un director cuya carrera empezó de forma meteórica con El Sexto Sentido y que se fue apagando poco a poco hasta tocar fondo con proyectos de encargo desastrosos como Airbender y After Earth. Recuperó su personalidad y el éxito volviendo al cine de presupuesto moderado de la mano de Blumhouse con Múltiple y Glass. Tras esta recuperación vuelve con Tiempo, una película de terror existencial que tiene la mayor parte de sus virtudes y defectos como creador.

La película arranca con el matrimonio que forman Guy (Gael García Bernal) y Prisca (Vicky Krieps) y sus hijos de 11 y 6 años Maddox (Alexa Swinton) y Trent (Nolan River). Aunque intenta disimularlo para proteger a sus hijos, la pareja está al borde de la separación y Prisca tiene un problema de salud. Se han ido de vacaciones a un resort lujoso en una paradisiaca isla tropical para darse un tiempo y crear un bonito recuerdo para sus niños. Allí el (sospechosamente amable) gerente del hotel (Gustaf Hammarsten) les ofrece pasar en exclusiva un día en una playa aislada rodeada de grandes acantilados, una pequeña reserva natural.

Una vez les conducen hasta la playa descubren que no pasarán el día solos; también estarán otros huéspedes del hotel, como el matrimonio formado por Charles (Rufus Sewell), un reputado cirujano y Chrystal (Abbey Lee), su esposa trofeo. Viajan con su hija de 11 años Kara (Mikaya Fisher) y la abuela Agnes (Kathleen Chalfant). También está en la playa el matrimonio de mediana edad formado por Patricia (Nikki Amuka-Bird) y Jarin (Ken Leung) y el rapero Mid-Sized Sedan (Aaron Pierre), que fue a la playa con Madrid (Francesca Eastwood).

Todo empieza a torcerse cuando descubren el cuerpo sin vida de Madrid devuelto por las olas. Su novio afirma que salió a nadar, y a pesar de ser una gran nadadora, de alguna forma se ahogó. Charles, haciendo gala de sus prejuicios, automáticamente lo culpabiliza. Durante unos momentos caóticos descubren que no pueden salir de la playa, ya que cada vez que intentan pasar por el pasillo de roca de conduce afuera se desmayan. También que los niños parecen estar creciendo a ojos vista. Parece que el tiempo avanza más deprisa para las personas, que envejecen a un ritmo anormal; cada media hora supone un año. Una vez lo descubren la desesperación por salir es total y consecuencias insospechadas de la anomalía se van acumulando.

Como escribía antes, Tiempo tiene muchas de las virtudes y de los defectos de M. Night Shyamalan. Nos plantea un escenario y una premisa interesantes. El inicio de la película atrapa; es ágil en la presentación de los personajes y sabe llegar sin excesivos rodeos hasta el meollo de la narración. Como en la mayoría de las películas de este director, el casting es muy bueno; Gael García Bernal y Vicky Krieps están espléndidos en sus papeles, logrando transmitir perfectamente el acelerado envejecimiento y las edades en la vida de una persona en 24 horas. Como nos tiene acostumbrados, Shyamalan rueda muy bien; sabe transmitir la inquietud y el desasosiego incluso mostrando imágenes de una playa paradisíaca.

En el apartado de cosas no tan buenas, la película no acaba de desarrollar ninguna de las ideas que arroja al espectador. La idea de mostrar de forma acelerada las etapas en la vida de las personas y la inevitabilidad del paso del tiempo está muy bien, pero sólo se explora en algunos -los mejores- momentos. También se plantea el enfrentamiento entre unos personajes que viven una situación de vida o muerte y la búsqueda de una salida a la playa que los aprisiona. El conjunto de todo esto es muy irregular, tiene altibajos y no siempre resulta interesante.

Pero en mi opinión lo peor de la película es su final. El guion se molesta a encontrar una explicación del porqué los personajes son conducidos hasta la playa y se ocupa de que paguen los malvados. La explicación me pareció peregrina y la retribución bastante ridícula. Es mucho mejor olvidar los últimos minutos de la historia para disfrutarla más.

En conjunto Tiempo me ha parecido una película interesante, bien realizada e interpretada que se ve muy bien justo hasta los fatídicos minutos finales, que es mejor obviar. Dentro de la irregular filmografía de M. Night Shyamalan ocuparía un puesto intermedio, no llega a sus mejores obras pero está lejos de ser la peor. Supone un buen estreno dentro de la cartelera estival.

(c) 2021 Jordi Flotats