CHERNOBYL

HBO ha producido una de las series del año, una reconstrucción del peor accidente nuclear hasta ahora, la explosión del reactor 4 de la planta nuclear de Chernobyl en Ucrania cuando aún formaba parte de la Unión Soviética. La serie reconstruye la tragedia sin escatimar medios ni talento en la realización y reflexiona sobre las mentiras y encubrimientos que acaban pagando los engañados.

Chernobyl

La cadena HBO continua consolidando su apuesta por la producción de series de calidad. Tras el masivo éxito de Juego de Tronos, si alguien se preguntaba si HBO podría continuar con su senda exitosa, Chernobyl demuestra que puede hacerlo. Una serie que ya lleva ocho millones de visionados que debe su éxito en buena parte al boca a boca; ha logrado tanta repercusión en Rusia que las propias autoridades del país, que al parecer se sienten herederas del régimen soviético, se han visto obligadas a descalificar su argumento e incluso han anunciado una serie propia para contrarrestar las supuestas falsedades que contiene. ¿Merece la pena tanta expectación? ¿La serie es tan buena? En mi opinión sí; Chernobyl logra la dificilísima tarea de aunar la calidad, un razonable rigor histórico y el entretenimiento sin caer jamás en la frivolidad o el sensacionalismo.

El 26 de Abril de 1986 se produjo un accidente en el reactor 4 de la central nuclear de Chernobyl, situada en una Ucrania que aún formaba parte de la Unión Soviética. El país estaba en plena crisis económica pero aún luchaba por mantener la apariencia de fuerza y su estatus de superpotencia. El accidente se produjo durante una funesta prueba de seguridad llevada a cabo con extrema incompetencia y se convirtió en catástrofe debido a un problema de diseño del reactor. Sus consecuencias fueron funestas; causó una explosión del núcleo del reactor que hizo saltar el techo de la planta, liberando fragmentos altamente radioactivos de grafito y otros materiales alrededor de la central, una nube de humo lleno de partículas radioactivas que se extendió por la atmósfera e incendios en los techos de los edificios adyacentes debido a que sus tejados estaban impermeabilizados con una sustancia combustible (!). El coste humano fue terrible; el personal de la central y los bomberos que fueron a apagar esos fuegos fueron las primeras víctimas, pero a ellos hay que sumar los centenares de miles de personas que fueron movilizadas para limpiar la zona adyacente a la central, donde durante muchos años no será seguro estar. Muchos de ellos murieron durante los meses y años posteriores por enfermedades causadas por la radioactividad que absorbieron. También hay que tener en cuenta la gente de la vecina ciudad de Prípiat -a 3 km de la central-, que no fue evacuada hasta 72 horas después del accidente. Y a la gente de las poblaciones adyacentes, evacuadas aún más tarde. La contaminación se distribuyó irregularmente debido a la variabilidad de las condiciones climáticas, pero la peor parte se la llevó la actual Bielorrusia.

Chernobyl afronta la difícil tarea de convertir en ficción y narrar en lenguaje televisivo unos hechos muy estudiados. El primer capítulo, una obra maestra titulada 1:23:45 (la hora en que quedó registrada la explosión), arranca con un Valery Legasov grabando un testimonio clandestino en un cassette, preguntándose cuál el es el precio de las mentiras. Y ese es el tema central de la serie, tan relevante en la Unión Soviética de los 80 como en nuestros tiempos de post-verdades; las mentiras y los encubrimientos llevado a cabo desde cargos políticos e institucionales con fines egoístas y total ignorancia de las consecuencias, se acaban pagando caros. Y, como siempre, los que más pagan no son los mentirosos sino a los que se ha mentido.

Tras esa introducción, la serie vuelve atrás dos años justo en el momento de la explosión; mostrada desde la ventana de uno de los vecinos de Prípiat. En la sala de control del reactor 4 la tensión y el miedo entre los técnicos es evidente. Anatoly Diatlov (Paul Ritter), el responsable de la prueba, cree que ha explotado un tanque de hidrógeno, causando daños, fuego y una contaminación muy limitada; un accidente serio pero no catastrófico. Cuando los hechos empiezan a desmentir esta -de entrada razonable- teoría, entra en un estado de negación, aferrándose a ella y perdiendo los nervios con los técnicos; a algunos los envía a lugares donde les espera una muerte casi segura. Cuando se da cuenta que la situación es imposible de tapar, llama a sus jefes, el responsable técnico y el responsable operativo de la central. Entre los tres, gracias a que no disponen de medidores de radiación potentes y que no quieren quedar mal ante las autoridades, transmiten esa teoría a Moscú. Mientras tanto los bomberos mueren tirando agua a los incendios entre cascotes de grafito radioactivo, evitando que los fuegos se propaguen a los otros reactores, los técnicos intentan averiguar qué estaba pasando o simplemente salir de ese infierno y los ciudadanos de la vecina Prípiat salen a contemplar las luces fantasmales parecidas a la aurora boreal presentes en el humo que brota del reactor accidentado y que no tarda en llegar hasta ellos. Poca de toda esta gente sobrevivirá mucho tiempo.

Ese primer capítulo también nos adelanta el triste final de Valery Legasov (Jared Harris), un físico nuclear que será llamado como asesor a una reunión al más alto nivel del gobierno soviético. Su intervención, afirmando que el primer informe recibido no es correcto teniendo en cuenta la gravedad de las secuelas que estaban sufriendo los bomberos, le costará ser nombrado asesor científico de Boris Shcherbina (Stellan Skarsgaard), el responsable político que será enviado sobre el terreno para lidiar con las consecuencias del accidente. Mientras, la también física nuclear Ulana Khomyuk (Emily Watson), investigará las causas del accidente, intentando sacar en claro una cronología entrevistando a los supervivientes y analizando la información disponible. Su investigación la llevará a descubrir encubrimientos sobre problemas de diseño que, a pesar de la catástrofe, no todo el mundo está dispuesto a revelar.

Parece mentira que el showrunner y coguionista de los cinco capítulos de la serie sea Craig Mazin. Hasta ahora su trayectoria había estado dedicada a la comedia -con títulos como Scary Movie partes 3 y 4 o Resacón partes 2 y 3-, pero con Chernobyl demuestra un talento extraordinario para aunar la Historia en mayúsculas con las historias personales de alguna de la gente que se vio involucrada en la catástrofe. Mazin ha sacado algunas de esas historias del libro Voces de Chernobyl, de la periodista bielorrusa y premio Nobel de literatura Svetlana Aleksiévich, una obra magistral en la que la escritora quiso reflejar el lado personal de la tragedia, reflejando los testimonios de testigos directos: bomberos, vecinos del lugar, militares y liquidadores de los que fueron enviados por miles a limpiar todo el terreno contaminado. Las licencias narrativas -mayores a medida que avanza la serie- son comprensibles; el personaje de Ulana Khomyuk es ficticio, con ella se agrupa todo un equipo de científicos que dio soporte a Valery Legasov para investigar el accidente y pensar cómo contener sus consecuencias. El juicio que se celebra en Chernobyl -otro intento más de negar la gravedad del problema- al final de la serie, duró días y no fue tan dramático como se representa. Aunque la narración no sea siempre fiel a los hechos reales, nunca pierde la verosimilitud; todo lo que se narra es horriblemente plausible, los personajes, héroes y villanos, nunca pierden su humanidad. La gente es gente y se comporta como tal, algunos quieren ascender a toda costa, a otros les asusta perder su trabajo, todos quieren quedar bien con sus jefes, trabajen donde trabajen, aunque sea en una central nuclear.

En el apartado visual la serie es espectacular. Los escenarios y vestuarios se han recreado detalladamente para buscar el máximo rigor histórico. Se ha rodado en localizaciones de Lituania y Ucrania donde se han encontrado barrios construidos con el mismo patrón que los edificios de Prípiat y en la central nuclear lituana de Ignalina, ya fuera de servicio, pero muy parecida en diseño y distribución a la de Chernobyl. La fotografía de Jakob Ihre y la banda sonora de Hildur Gudnadóttir, llena de sonidos grabados en Ignalina, dan el marco visual y sonoro perfecto a la narración. Algunos de los capítulos, especialmente el primero, están tan bien realizados que provocan auténtica inquietud. De una forma similar al cine de terror, donde en muchas escenas los espectadores sentimos temor por anticipado por el destino de los personajes, que nosotros sabemos pero ellos ignoran, la serie asusta en algunos momentos y horroriza en otros, como cuando se nos muestran los efectos de la radiación elevada en los cuerpos humanos.

No me queda más que recomendar esta fantástica serie; la combinación de tema, guiones, reparto y realización la convierten en una obra magistral. Como curiosidad, y para los que quieren saber más, HBO ha creado un podcast donde el showrunner y guionista Craig Mazin comenta los capítulos con Peter Sagal, revelando las diferencias entre la narración y la realidad y detalles sobre la realización.

(c) 2019 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Chernobyl.
- Año: 2019.
- Duración: 330 minutos repartidos en 5 capítulos.
- País: Estados Unidos, Reino Unido.
- Showrunner: Craig Mazin.
- Director: Johan Renck.
- Guion: Craig Mazin.
- Productor: Jane Featherstone, Chris Fry, Robert How, Craig Mazin, Anne Mensah, Lina Miseikyte, Johan Renck, Gabriel Silver, Darko Skulsky, Carolyn Strauss, Sanne Wohlenberg, Jane Yatsuta, Jacqueline Lesko, Olga Kashirina, Michael Kitaev, Gary Tuck.
- Música: Hildur Guðnadóttir. - Fotografía:: Jakob Ihre.
- Montaje: Jinx Godfrey, Simon Smith.
- Reparto: Jessie Buckley, Jared Harris, Stellan Skarsgård, Adam Nagaitis, Emily Watson, Paul Ritter, Robert Emms, Sam Troughton, Karl Davies, Michael Socha, Laura Elphinstone, Jan Ricica, Alan Williams, Adrian Rawlins, Con O'Neill, Douggie McMeekin, Nadia Clifford, David Dencik, Gerard Kearns, Adam Lundgren, Mark Lewis Jones, Michael Shaeffer, Jay Simpson, Jamie Sives, Ron Cook, Povilas Jatkevicius, Joshua Leese, Ross Armstrong, Paulius Markevicius, Billy Postlethwaite, Ralph Ineson, Baltasar Breki Samper, Barry Keoghan, Philip Barantini, Karolis Kasperavicius, Amanda Drew, Oscar Dyekjær, Cait Davis, Darius Petkevicius, Donald Sumpter, Tomas Zaibus, June Watson, Josef Altin, Matthew Needham, Sergejus Ivanovas, Rosie Sheehy, Caoilfhionn Dunne, Pandora Colin, Alexej Manvelov, Fares Fares, Josef Davies, Simonas Dovidauskas, Rachel Atkins, Velta Zygure, Paulius Cizinauskas, Mark Bagnall, Michael McElhatton, Hilton McRae, Ian Pirie, Sam Strike, Alex Ferns, Kieran O'Brien, Andrew Sheridan, James Cosmo, Sammy Hayman, Lukas Malinauskas, Arnas Danusas, Marius Karolis Gotbergas, Peter Guinness, Michael Colgan, Laurence Spellman, James Kermack, Alison Pargeter, Victor McGuire, Karolis Vilkas, Sakalas Uzdavinys, Sarunas Datenis, Deividas Breive, Matas Dirgincius, Aidas Jurgaitis, Aiste Gramantaite, Caolan Byrne, Stephen Bisland, Alex Blake, Daniel Crossley, Lucy Russell, Diarmaid Murtagh, Natasha Radski, Yitzchak Averbuch, Joe Tucker.
- Sitio web: https://www.hbo.com/chernobyl
- Tráiler:

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Subido por Jordi Flotats con fecha 18/06/2019 13:28:02