Comentario de las películas del Sábado 13/10/2012

Comentarios de The Thieves y Outrage beyond





Empiezo el penúltimo día del Festival yendo al mediodía al Auditori a ver The Thieves (Sección Casa Ásia), de Choi Dong-Hoon. Choi Dong-Hoon, cuyos dos anteriores trabajos, Tazza: The high rollers (2006) y Woochi (2009), ya se exhibieron en las correspondientes ediciones del Festival, está presente en Sitges para presentarla. El director y guionista manifestó que su intención cuando rueda una película es que el público pase un buen rato viéndola, así como las ganas que le han quedado de repetir visita a Sitges con sus futuros trabajos. Y tras ver The Thieves no me quedó duda de la veracidad de su primera afirmación; la película es un thriller de robos y estafas de altos vuelos con vocación de blockbuster, endiabladamente entretenido e ingenioso y con un casting prácticamente perfecto. Con esos elementos, no es extraño que haya reventado las taquillas en Corea del Sur, donde más de 11 millones de espectadores ya la han visto (en un país habitado por 50 millones de personas eso es más de uno de cada cinco habitantes).

El argumento central de The Thieves gira alrededor de un robo; Macau Park (Kim Yoon-seok) es un ladrón de guante blanco afincado en Macau que pretende robar el diamante Lágrima del Sol, valorado en 30 millones de dólares, a Madame Tiffany (Yeh Soo-jung), la amante del misterioso gangster e intermediario Wei Hong (Ki Gook-seo). Por si fuera poco, tiene la intención de revendérselo después a pesar de su fama de peligroso. El robo tendrá lugar mientras Madame Tiffany, una jugadora empedernida, se aloja en uno de los muchos casinos de la ciudad china. Para llevarlo a cabo Macau Park reúne a dos bandas distintas, una de Corea del Sur y a otra de Hong Kong. Los coreanos están liderados por Popeye (Lee Jung-jae), que ya trabajó con Park en un robo de oro junto a Pepsee (Kim Hye-soo), una experta en abrir cajas fuertes. El robo terminó con Pepsi en la cárcel, con Popeye sin el oro y con Park desaparecido. El resto del grupo lo forman la bella Yenicall (Jeon Ji-hyun), acróbata; la timadora de mediana edad con problemas con el alcohol Chewing Gum (Kim Hae-sook); y el joven operador de grúa Jampano (Kim Soo-hyun). El grupo chino está liderado por el veterano Chen (Simon Yam), al que acompañan una experta en cajas fuertes, Jennifer (Angelica Lee), el coreano Andrew (Oh Dal-su) y Johnny (Derek Tsang). Macau Park tiene un plan complejo pero aparentemente infalible para conseguir el diamante, donde todo el mundo tiene un papel. Pero todo el mundo mantiene sus propios intereses y pocos dudarán en traicionar al resto para conseguir realizarlos.

The Thieves es una lujosa producción con espectaculares exteriores que transcurre entre Seúl, Macau, Hong Kong y Busan, donde se puede oir hablar coreano, chino, japonés e inglés (imprescindible la versión original para captar el crisol de idiomas del sureste asiático). El guion de la película me pareció fantástico: en 137 minutos condensa muchos elementos; cuenta una historia en apariencia simple, pero con un montón de giros y sorpresas a medida que los planes de cada personaje se van entrecruzando; tiene unas cuantas escenas de acción trepidantes y logra definir entre suficientemente y bien a un grupo de diez personajes distintos, de forma que en ningún momento el espectador se pregunte quien es quien. Cada personaje tiene su fondo y sus características personales (y profesionales) que les definen y les hacen reconocibles. Dado que la película es surcoreana, el acento se lo llevan los personajes de esa nacionalidad, poniendo más peso en el triángulo formado por Macau Park, Pepsee y Popeye. El magnífico casting ayuda mucho en este aspecto: todos los actores son perfectos para su papel, y la mayoría resultan muy carismáticos, destacando entre ellos Kim Yoon-seok, Simon Yam y Kim Hye-soo.

La dirección de Choi Dong-Hoon me pareció espléndida; el director imprime un ritmo endiablado a toda la película, logrando contarlo todo sin parar un minuto, dosificando perfectamente acción, humor y diálogos. Los últimos cuarenta minutos del film son antológicos, con una larga escena de acción que quita el aliento en la que Macau es perseguido por mafiosos por el interior y la fachada de un edificio mientras los SWAT intentan detenerlos a todos. The Thieves es una espléndida película con todos los elementos para entretener y divertir, me ha encantado.

Termino el día y el Festival (¡qué rápido pasa!) viendo el último trabajo de Takeshi Kitano, Outrage beyond (Sección Oficial Fantàstic Gales), en el Auditori. Outrage beyond retoma muchos de los personajes de su anterior trabajo, Outrage (2010). Tanto es así, que Otomo, el personaje que interpretaba el propio Kitano, y al que se daba por muerto al final de la película, reaparece, dispuesto a salir de la cárcel y continuar causando problemas. Outrage beyond empieza unos años después del final de Outrage, con la familia Sanno en la cima de su poder, con intereses en la política y los negocios legales. Los jóvenes ejecutivos han ganado mucho poder a costa de los más veteranos y tradicionalistas. La policía, a través del detective Kataoka, pretende derrumbarla, o al menos debilitarla lo suficiente para mantener el status quo. Para ello, Kataoka intriga para usar a Otomo, a los miembros descontentos de los Sanno y a la familia Hanabishi, afincada en Osaka, para iniciar una guerra.

Outrage beyond es una película de ritmo tranquilo con una trama compleja, que desgrana poco a poco una madeja de intrigas a varias bandas: tensiones internas entre los ejecutivos de la familia Sanno; con Otomo como elemento imprevisible que va por libre; o con la familia Hanabishi, deseosa de encontrar una excusa para ampliar su base de poder. Y en medio de toda la telaraña está el astuto policía Kataoka, adulando, sembrando información engañosa a ambos bandos para lograr la guerra total y que los yakuza se decimen a sí mismos. La película es menos violenta que su predecesora, pero en mi opinión más interesante. No sé hasta qué punto es verosímil la visión que se da en la película de ese Japón corrupto, con la yakuza haciendo lo que viene en gana y con una policía que ni se plantea investigar, acumular pruebas y detener, sino que busca que se maten entre ellos. Pero como tiene tanto coherencia interna como coherencia dentro del cine de Kitano e incluso dentro del género de yakuzas, y a mi eso ya me basta.

Como película, Outrage beyond es un clásico ejemplo del cine de gangsters de Takeshi Kitano; sobria, de ritmo pausado, con una fotografía e iluminación naturalistas y una violencia seca, en ocasiones estrafalaria. Aunque (igual que las demás) me gustó, creo que Kitano es capaz de mucho más; creo que El verano de Kikujiro, Dolls o Zatoichi son mucho mejores películas, demostraron una evolución en su cine tanto en lo formal como en lo temático que parece haber aparcado temporalmente. Espero que vuelva, pero mientras tanto me divierto con sus yakuzas.

(c) 2012 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 01/04/2013 08:51:01