Crónica del viernes 16/10/2015

8o día del Festival. Películas: The Invitiation, Tangerine, The Boy and the Beast y Rabid Dogs





Hoy el director fetiche del Festival, Takashi Miike ha presentado sus dos últimos trabajos, Yakuza Apocalypse: The Great War of the Underworld y As the Gods Will. Responsable de más de ochenta películas, Miike continua trabajando a su acostumbrado ritmo altísimo. Ha comentado que sus dos próximos proyectos serán una película ambientada quinientos años en el futuro en Marte, donde los hombres deberán luchar contra una especie de escarabajos y un film de época en la que el protagonista es inmortal; por mucho que intenten matarlo no muere. Genio y figura.

Hoy se ha proyectado Cosmos, del director polaco Andrzej Zulawski. Zulawski ha recibido el premio Màquina del Temps del Festival, pero finalmente no ha podido venir a recogerlo en Sitges por motivos personales. Cosmos, el retorno al cine del director tras quince años de ausencia, se basa en la novela homónima del escritor Witold Gombrowicz y ganó el premio a la mejor dirección en el Festival de Locarno de este año.

Tom Savini, especialista en maquillaje para cine de terror y actor ocasional ha venido para presentar el documental Smoke and Mirrors: the Story of Tom Savini, que repasa su vida y obra. Savini ha protagonizado un Q&A después de la proyección donde ha respondido a las preguntas de los espectadores.

Hoy en el Hotel Avenida Sofía se ha podido ver la proyección del último capítulo de la segunda temporada de Hannibal mientras se degustaba una copa de vino. Más tarde en el mismo hotel se ha celebrado el Serielizados Late Show, un espectáculo humorístico sobre series con la participación de Venga Monjas, Carlo Padial, Raquel Sastre y la música de El Niño de la Hipoteca.

Yo empiezo el día por la mañana yendo al Retiro para ver The Invitation (sección Oficial), de Karyn Kusama. La película transcurre enteramente dentro de una gran casa en las colinas de Los Angeles donde un grupo de amigos celebra una fiesta tras años sin verse. La casa había pertenecido al matrimonio formado por Will (Logan Marshall-Green) y Eden (Tammy Blanchard). Fueron muy felices allí hasta que un accidente acabó con la vida de su hijo. Incapaces de superar la pérdida como pareja, Eden dejó a Will y se fue varios años a Mexico con David (Michael Huisman), un hombre al que había conocido en un grupo de ayuda para personas en que habían sufrido pérdidas. Ahora Eden y David han vuelto y tras redecorarla, se han instalado en la casa. Para celebrar su retorno han invitado a sus amigos más cercanos y a Will a una cena. Will acude con su nueva pareja, Kim (Emayatzy Corinealdi), un poco reticente a volver a la casa. Una vez allí, descubre que Eden está muy cambiada; superficialmente parece feliz y relajada aunque da la sensación de fragilidad, de nerviosismo. David en cambio está relajadísimo, la viva imagen de la paciencia, la calma y el buen rollo. Junto a sus amigos de siempre, a los que no veía desde hacía tiempo, también están en la fiesta Pruitt (John Carrol Lynch) y Sadie (Lindsay Burdge), dos nuevos amigos de la pareja anfitriona. La visita a la casa provoca en Will una cascada de recuerdos; algunos felices, otros trágicos, todos teñidos de dolor por la pérdida de su hijo y de su matrimonio. También empieza a registrar detalles que lo inquietan; el comportamiento de Eden, la falta de cobertura de los móviles en la casa, las nuevas rejas ornamentales en las ventanas,... La cosa empeora cuando Eden, David les comentan que se han unido a un culto formado por personas que han perdido a seres queridos y les muestran un video de promoción bastante perturbador. A medida que pasa el rato, Will se aisla y empieza a sospechar que allí está a punto de pasar algo horrible, pero ¿qué parte es real y qué parte es una proyección de su estado de ánimo?

The Invitation es un thriller psicológico con gotas de horror que cuenta con un guion muy inteligente, que se molesta en crear personajes sólidos y una dinámica de grupo de amigos muy creíble. La película construye la tensión de forma progresiva hasta que se convierte en irrespirable, logrando mostrar la perspectiva del protagonista, que acumula pequeños detalles hasta que cualquier cosa ya parece una terrible amenaza. También juega muy bien con la necesidad que tenemos de ser educados aunque nuestro instinto de supervivencia nos esté gritando lo contrario. La dirección de Kusama, junto a un inspirado montaje crean esa tensión de forma modélica. La fotografía es muy buena, consiguiendo múltiples ambientes sin salir prácticamente de la casa. El casting, sin estrellas, también está muy conseguido; todos los actores resultan adecuados para sus papeles. Destaca especialmente John Carrol Lynch, un tipo con cara de bonachón que puede resultar realmente amenazador siendo perfectamente amable y educado. El estallido final casi llega por sorpresa y no resulta exagerado ni excesivamente largo.

The Invitation es una muy buena película; aunque a primera vista puede parecer más bien un drama o un film basado en los diálogos, la cinta construye una historia usando sabiamente el elemento más efectivo en el género de terror: la amenaza velada. Puede leerse su crítica completa AQUÍ.

Sin entretenerme demasiado entro al Casino Prado para ver la película estadounidense Tangerine (sección Noves Visions Plus), de Sean Baker. Producida por los hermanos Duplass, esta pequeña producción independiente está ambientada en uno de los ambientes más sórdidos de Los Angeles en Nochebuena, la zona donde trabajan las prostitutas transexuales, foco además del tráfico de drogas y la pequeña delincuencia. La historia arranca por la mañana; Sin-Dee Rella (Kitana Kiki Rodriguez), una prostituta transexual, acaba de ser liberada de su condena de 28 días de prisión y está desayunando con su amiga Alexandra (Mya Taylor), también transexual, en el Donut Time. Allí Alexandra le confiesa que su novio y chulo Chester (James Ransone) le ha puesto los cuernos con Dinah (Mickey O'Hagan) una mujer blanca que también trabaja para él. Furiosa, Sin-Dee empieza a recorrer el barrio buscándolos. Mientras, Alexandra reparte publicidad de su actuación en un local de West Hollywood, donde va a cantar esa noche, algo que la llena de ilusión. La película también sigue a Raznik (Karren Karagulian), un taxista armenio que trabaja largas horas para poder mantener a su esposa e hija y además conseguir algo de dinero para gastarlo en Alexandra y Sin-Dee sin que se entere nadie de su comunidad, especialmente su invasiva suegra. Cuando Sin-Dee, una auténtica fuerza de la naturaleza, encuentra a Dinah, la arrastra literalmente por media ciudad para encontrar a Chester, pero antes para a ver la actuación de Alexandra. Al final se producirá una auténtica confrontación en el Donut Time entre Chester, Sin-Dee, Dinah, Alexandra con las apariciones estelares de Raznik y su suegra.

Tangerine es una película de aspecto terriblemente realista que, sorprendentemente, se grabó usando tres iPhone 5s con algunas lentes externas para las tomas en widescreen y una app especial para la captura de video para ahorrar dinero del presupuesto y poderlo gastar en otras cosas. Visualmente la película está muy conseguida, con unas cámaras que siguen con agilidad a los personajes y un uso muy bueno de la luz de Los Angeles. La historia, una drama con toques puntuales de humor, no esconde la sordidez y la dureza de la vida de los personajes, pero -cosa muy buena- no los juzga ni tampoco esconde sus ocasionales alegrías. Los actores resultan completamente naturales, así como las situaciones y los escenarios retratados; es obvio que Sean Baker y Chris Bergoch, los autores del guion, sabían de lo que hablaban.

Tangerine me ha parecido una buena película, completamente recomendable por su guion y gran realización. También es interesante la realidad, poco conocida, que muestra. Me gustó mucho también el buen gusto que muestra; la película no oculta los hechos ni la realidad pero no es visualmente explícita, no lo necesita. Puede leerse su crítica completa AQUÍ.

Sin parar un minuto me vuelvo al Retiro para ver la película de animación japonesa The Boy and the Beast (sección Anima't fuera de competición), de Mamoru Hosoda. La película empieza con el joven Ren, un niño de nueve años que acaba de perder a su madre. Sus familiares le dicen que su padre, divorciado tiempo atrás de su madre, está ilocalizable y que será enviado a vivir con unos parientes a los que casi no conoce. Furioso y entristecido, huye y acaba en el populoso barrio de Shibuya en Tokyo. Allí ve a dos figuras misteriosas, encapuchadas y con rostros animalescos, que se meten en un estrecho espacio entre edificios. Lleno de curiosidad, los sigue y tras dar muchas vueltas acaba en Jutengai, un mundo paralelo donde viven las bestias, animales inteligentes relativamente antropomorfos con el don del lenguaje que viven en relativa armonía. El mundo está regido por Soshi, que tras un reinado largo y tranquilo quiere dejar su puesto y reencarnarse como un dios, algo que los dirigentes de Jutengai pueden hacer. Hay dos candidatos a sucederle, ambos bravos luchadores; Kumatetsu es un oso de gran fuerza física y valor que aprendió a luchar de forma autodidacta, pero de carácter iracundo. En cambio Iozen, jabalí, tiene un carácter tranquilo; casado y con dos hijos, tiene multitud de aprendices y fama de sabio. Resulta que Ren ha estado siguiendo a Kumatetsu, y que los humanos tienen prohibido estar en Jutengai porque son seres con demasiada propensión a ser poseídos por la Oscuridad. Pero Soshi decide hacer una excepción con Ren y se lo asigna a Kumatetsu como alumno porque cree que ambos se beneficiarán de la relación. Al principio a Kumatetsu no le hace mucha gracia; empieza a llamarlo Kyuta (nueve) y se pasan el día discutiendo como gato y perro. Pero poco a poco Kyuta empieza a observar a Kumatetsu y a aprender por su cuenta; cuando este lo descubre, empieza a enseñarle y a aprender él mismo unas cuantas cosas. Tras unos años, no han parado de discutir, pero ambos han progresado muchísimo; son grandes luchadores, especialmente Kumatetsu y también se quieren a su extraña manera. Entonces Kyuta vuelve a sentir curiosidad por su mundo y empieza a viajar regularmente allí, especialmente después de conocer a una chica que le enseña a leer. Tras encontrar a su padre, Kyuta se plantea si volver al mundo de los hombres y entrar en la universidad o continuar yendo y viniendo. Justo entonces se producirá el combate entre Iozen y Kumatetsu para decidir el futuro gobernante de Jutengai.

The Boy and the Beast es una película que da una vuelta más de tuerca a los temas recurrentes de Mamoru Hosoda; la dualidad de realidades, la existencia de varios mundos que coexisten con sólo ocasionales trasvases entre ellos y un personaje que se encuentra con un pie en cada uno. En este caso la historia integra muy bien criaturas del folclore tradicional japonés en el mundo de las bestias, capaces de gran expresividad gracias a un excelente trabajo de animación. El argumento tiene bastantes elementos tópicos: los entrenamientos; la relación maestro-alumno, que este caso es prácticamente padre-hijo o el gran enfrentamiento entre los dos maestros marciales. Compensando un poco este hecho está que se evita cuidadosamente caer en la ñoñería, que mucho de todo esto se narra en imágenes con gran habilidad y que se consiguen momentos entrañables a pesar de todo. Lo que me pareció más chocante fue el final de la película; cuando parece que la historia está por terminar, el argumento sorprende dando una vuelta de tuerca algo tonta que, eso sí, conduce a los minutos más espectaculares del film, un auténtico tour de force de animación e imaginación visual.

The Boy and the Beast me ha parecido una buena película, con una animación y diseño de personajes y fondos excelentes. Los valores de producción son impecables; mis únicas objeciones son en el guion, que en algunos momentos no terminó de gustarme, especialemente hacia el final. También es cierto que desde que vi Summer Wars espero muchísimo de Mamoru Hosoda y probablemente si no supiera de quién es esta película la juzgaría menos severamente. Puede leerse la crítica completa AQUÍ.

Sin parar y casi a la carrera me desplazo al Auditori para ver el film francés Rabid Dogs (sección Oficial Òrbita), de Éric Hannezo. La película es un remake de Canni arrabbiati, del director italiano Mario Bava, una película realizada en 1974 que tuvo poca distribución pero que se convirtió en film de culto para los amantes del giallo. La película arranca con un robo a un banco, perpetrado por cuatro atracadores, tres dentro (Franck Gastambide, François Arnaud y Laurent Lucas) y otro esperando en el coche (Guillaume Gouix) para salir pitando. Consiguen robar el banco, pero se desata un tiroteo al salir y huyen con la policía pisándoles los talones. Tras despistarlos se intentan camuflar con la multitud en un centro comercial, pero son descubiertos y perseguidos de nuevo. Para evitar la captura toman a una rehén (Virginie Ledoyen), lo que les permite salir de allí. Pero un de ellos está fatalmente herido y deben dejarlo atrás. Para salir de la ciudad paran un coche a la desesperada, suben y amenazan al conductor (Lambert Wilson), que viaja con su hija. La niña está inconsciente y el padre les suplica que les dejen ir porque la está llevando al hospital para que le realicen un transplante. Ignoran su petición y empiezan a conducir a un destino que sólo uno de los atracadores parece conocer. Mientras, el cerco policial sobre ellos se va estrechando.

Rabid Dogs empieza más o menos bien; su inicio es trepidante y mantiene un ritmo narrativo alto. Pero desde el momento en que los personajes se suben al coche la película se estanca y se le ven las costuras al guion. Los personajes son acartonados, los diálogos pobres y las situaciones absurdas. Peor aún, la película tiene pretensiones artísticas y ni pizca de humor. El resultado final no resiste comparación con la película original, que aún siendo un producto de serie B, está rodada con gran energía y ritmo y tiene un guion mucho mejor. En conjunto me pareció pobrísima, no siempre se acierta. Puede leerse la crítica completa AQUÍ.

(c) 2015 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 10/11/2015 13:17:32